El ídolo de los ídolos


Es difícil explicar lo que un ídolo significa para una persona y es aún más difícil cuando el ídolo es Lionel Andrés Messi, el mejor futbolista que el mundo jamás verá. Es como explicar la importancia del agua al ser humano. Él es imprescindible para el fútbol.

Un ídolo es alguien que te cambia el mundo, te inspira y te hace ver las cosas con otros ojos. Y Messi hace eso. Nacido en Rosario, Argentina, en un barrio donde se respira el fútbol, el pequeño chico con problemas hormonales de crecimiento se crió para ser la estrella que rompió todas las barreras. Él mostró que no importa tu origen ni ninguna adversidad, con un sueño y corazón lleno de determinación como el de Messi, podrás lograr cualquier objetivo.

Un alma distinta

Un niño con un déficit en la hormona del crecimiento luchó contra todas las adversidades. Llegó a Barcelona siendo el más pequeño para después convertirse en el más grande de la historia. Por su lucha y por todo lo que hace Leo en el terreno de juego, es un ídolo total para el mundo. Si no fuera por este jugador, no creo que estaría tan enamorada del fútbol. Por como juega, por cómo ha crecido en su barrio y por cómo ha roto todas las barreras para poder disfrutar de su gran amor al nivel más alto. Nadie visualiza el fútbol como lo hace él, nadie es capaz de darle sentido al balón, de darle placer. Eso es lo que deja a millones de personas arrodilladas a los pies como si fuera el rey del mundo. De hecho, para mi así es.

Messi, el Picasso del fútbol 

Es muy difícil entender lo que significa Messi para muchas personas. Es como entender lo que significa Michael Jackson en el mundo de música. Si no fuera por Michael Jackson, no tendríamos la industria musical que tenemos hoy. No tendríamos los movimientos de baile más icónicos que hemos visto nunca, no tendríamos los vídeos musicales revolucionarios que se adelantaron a su tiempo. Y Messi sigue en esta línea pero para el deporte más emocionante del planeta. Si no fuera por Lionel, no tendríamos un fútbol tan mágico y tan vivo. Cuando toca el balón nos lleva a otro mundo, a un lugar magnífico donde vemos el verdadero significado del fútbol donde Messi trata el balón con una delicadeza increíble como lo que es, su mejor amigo. 

Un jugador que no ha dejado de ser un niño y que siempre disfruta del fútbol en los estadios más míticos del mundo, como si fuera un niño jugando en las calles del Rosario natal. Gracias a Messi, hay gente que llora, sufre, grita y que se vuelve loca. Esa pasión de tener un ídolo como el crack argentino es la pasión la que conmueve el mundo del fútbol.

Lionel Andrés Messi, es un nombre que desde 2004 siempre ha vivido pegado en las mentes de las aficiones del fútbol por un talento inexplicable, incluso para mí, que me hizo enamorar de este deporte magnífico. Cuando una persona dice el nombre de Messi, momentos únicos de partidos, de goles, de pases, de regates y de celebraciones emocionantes van apareciendo en mi cabeza como las majestuosas olas rompen en la playa.

Messi en el campo es igual que un compositor de música. Con el crack argentino, el fútbol está bien dirigido. Messi dirige el fútbol a un nivel diferente de emociones, de intensidad y de alegría. Hace mucho tiempo que ha cambiado este deporte. Desde que debutó con el Barça, Messi ha usado sus pies de oro para crear un fútbol mucho más hermoso. Y lo más bonito es que hace su trabajo en silencio pese a su fama global. No hay en él ni una onza de ego hasta el punto que a veces tengo la duda que ni él propio sabe que es un fenómeno. Y esto es lo más cerca que uno puede llegar a explicar lo que significa, Messi, mi ídolo: una persona que hace algo inexplicable e increíble púramente de amor incondicional y pasión. 

Una vez, mi profesor me había dicho que los periodistas deben cuidar muy bien las palabras. Y estoy convencida que debemos hacer lo mismo con Messi: cuidarlo para poder seguir disfrutando de su talento, que nunca volveremos a ver en este mundo.

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